En esta nota publicada en el programa Cada Noche emitido por la TV Pública Argentina, el periodista Gerardo López habla con Gustavo Grobocopatel sobre la situación del sector agropecuario, el contexto político, económico y educativo del país, y la dinámica de su vida personal.
Consultado sobre las innovaciones en la agroindustria y sobre el cultivo de soja, Grobocopatel destaca: “la siembra directa es un cambio radical en la historia de la agricultura porque los suelos se mejoran con el uso. Antes gestionábamos el deterioro del suelo y ahora gestionamos la mejora. Esto no quiere decir que no tengamos nuevos desafíos, como la deforestación, las buenas prácticas, la revisión permanente del impacto de nuevos productos. Pero eso es parte de la evolución permanente que tenemos que tener: vamos resolviendo problemas y enfrentando otros nuevos”.
“El hombre de campo que trabaja la tierra es conservacionista por interés, no por ideología. Si nosotros no cuidamos la tierra, perdemos el activo que nos da de vivir. Pero hay otra dinámica en el caso del desmonte de bosques que tiene que ver con la existencia de personas que lo hacen por el interés económico de pasar de un valor monte a un valor productivo. Ahí es donde el Estado tiene que estar presente poniendo los límites y ser eficaz para frenar el oportunismo”.
Finalmente, reflexiona sobre el vínculo del campo con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner durante el enfrentamiento por la aplicación de retenciones a la soja en 2008 y sobre el rol del Estado en un mundo de cambios permanentes y nuevos desafíos: “El mundo que viene es un mundo en donde lo más importante va a ser la capacidad de adaptarse a los cambios y de aprender. El Estado debe ayudar a que la transición sea lo más sencilla posible. Gran parte de los trabajos que hay hoy, no van a existir en el futuro porque muchos de los trabajos que se van a necesitar todavía no existen y va a haber que inventarlos. Entonces, si se hace una política para preservar el trabajo, probablemente en 10 años nos vamos a encontrar con que estamos haciendo algo que ya no sirve. Obviamente se puede cerrar el país y seguir viviendo con las cosas como se hacían antes, pero eso va en contra del progreso y va a haber más gente con menos acceso al bienestar. Lo que hay que hacer es tener un país abierto que incorpore tecnologías y tener un Estado que colabore con políticas que estimulen nuevas opciones de trabajo y que ayuden a las personas a capacitarse para la nueva oferta laboral”.