PUBLICADA EL 5 DE AGOSTO DE 2015 EN EL PAÍS (ESPAÑA)
Cómo la tecnología y la innovación pueden beneficiar notablemente el futuro del campo. En una charla íntima, Gustavo Grobocopatel habla sobre su historia y la de Los Grobo.
En este perfil, la periodista Leila Guerriero de El País (España), realiza un repaso por la vida de Gustavo Grobocopatel y la historia del Grupo Los Grobo desde sus orígenes. La nota incluye detalles de la vida personal y la mirada de Gustavo sobre diversos temas, así como diferentes voces que son invitadas por Guerriero a opinar y debatir estos puntos de vista.
Carlos Casares, los inicios
Sobre sus inicios en Carlos Casares, Grobocopatel recuerda «nosotros aprendimos a hacer agricultura fuera de nuestros campos como consecuencia de una inundación, y me di cuenta de que no tenía sentido tener tierra propia. Que podías crecer enormemente en superficie sembrada con poco dinero y muy rápido».
En este sentido, revela que «ahí está la madre conceptual de nuestro modelo de negocios: se puede hacer agricultura sin tierras, sin capital y sin trabajo. Sin tierra, porque la alquilás; sin trabajo, porque lo tercerizás, y sin capital, porque te lo prestan».
Ahí está la madre conceptual de nuestro modelo de negocios: se puede hacer agricultura sin tierras, sin capital y sin trabajo.
gustavo grobocopatel
Hoy es el momento preciso para innovar
Por otro lado, afirma que «el mejor momento de la historia y el mejor lugar para ser empresario de los agronegocios, es acá y ahora. Es la época del mundo donde uno puede ser más útil para la sociedad, donde está el desafío de alimentar, los temas ambientales. El país produce unas cien millones de toneladas de soja. Se habla de 160 millones para 2020. Y no hay agronegocios en el mundo que sean plataformas tan bien estructuradas como Los Grobo. Por eso le tengo mucha fe».
Finalmente, reflexiona «creo que habría que poner el foco en los mecanismos de control, no en oponerse a la tecnología. Es verdad que si no hubiésemos hecho desarrollos tecnológicos, el riesgo de contaminación hubiese sido menor, pero más gente se habría muerto de hambre».
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