Un viaje a Jerusalén despierta varios pensamientos en torno a la paz entre los hombres. Conversaciones íntimas, ideas y manifestaciones. Un Gustavo Grobocopatel en primera persona.
En este Diario de viaje, con destino a Tierra Santa, Gustavo Grobocopatel recorre el territorio con un grupo de líderes mundiales en una peregrinación inspirada en el Papa Francisco. Este itinerario íntimo propone reflejar sus reflexiones, vivencias y observaciones culturales en diferentes regiones del mundo.
Una peregrinación a Tierra Santa
Grobocopatel comenta que «Estoy haciendo un viaje con un grupo de líderes musulmanes, cristianos y judíos, una ”peregrinación” como llaman sus organizadores, inspirada en el Papa Francisco, sobre el rol de la Sociedad Civil en la tarea de crear condiciones positivas para el proceso de paz. Al frente están los creadores del Instituto del Diálogo Interreligioso, Guillermo Marco, Daniel Goldman y Omar Abboud, que vienen desde hace varios años tejiendo una relación que crece, se afianza y se proyecta sin límites imaginables».
En relación a lo que percibe: «Cada metro, piedra, gesto o símbolo en Jerusalén tienen una carga y significado especial. Es imposible no sentirlo, independiente de la fe, la humanidad está en carne viva, aun para los no creyentes».
Independiente de la fe, la humanidad está en carne viva, aun para los no creyentes.
gustavo grobocopatel
La convivencia con un diferente
Sobre la pluralidad de culturas y religiones, indaga: «Me pregunto qué sentirán mis compañeros frente cada experiencia: un judío escuchando el llamado a las mezquitas o un musulmán en el muro de los lamentos. Para muchos de la comitiva este viaje fue la primera experiencia de convivencia con un diferente, las cosas ya no serán como antes».
En este contexto, reflexiona sobre la dimensión económica y social: «Son varias iniciativas que podrían desarrollarse simultáneamente: la educación por supuesto —no se ama lo que no se conoce— y el poder transformador del comercio y los negocios». Añade, además que «hay que facilitar la integración económica de estos pueblos, facilitando la creación de empresas mixtas con socios de ambos pueblos, la instalación de emprendimientos Israelíes en suelo Palestino y viceversa, en crear un mercado común que se extienda al resto de los países árabes. La mejor manera de conocerse es haciendo negocios juntos».
La paz en el mundo es posible
Sobre el mundo globalizado, observa que «los Estados Nación dejan de ser estructuras que separan, hay una nueva oportunidad. Soñar con una sociedad de justos, integrada a una región de hermanos con una historia que ha unido más que separado, con oportunidades en un mundo que se transforma, es una de las bases de un proceso de paz que se renueva con esperanza. Por último, comenta: «Más aún frente a la visita de Francisco en Mayo próximo. El Papa Francisco nos dijo: “algunos esperan que llegue otros esperan que regrese, todos esperamos”. Esperamos que se logre la paz, de los hombres depende».
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