Gustavo Grobocopatel habló con Jorge Fonteveccia sobre la sequía que azota al país y comparó la situación de cosecha nacional con Brasil y Uruguay. También se pronunció respecto a la venta de soja, el dólar y el riesgo de devaluación.
¿Cómo podría preverse el fin de la sequía en algún momento? ¿Cómo imaginás que serán las próximas cosechas en Argentina?
Uno piensa que serán normales, daría la impresión de que este año que pasó es una excepción.
¿Lo es? ¿O cada cinco o diez años tenemos situaciones de esta magnitud?
Hubo sequías importantes pero no de esta magnitud. Uno está angustiado y piensa que se va a mantener por mucho tiempo. Pero hay sequías y uno sale, y empieza a normalizarse. De hecho, para el año que viene ya están las previsiones de que se van a normalizar.
La sequía del 2018 de Macri, comparada con esta, ¿es menor?
Mucho menor. Fue una sequía que redujo la producción en un 25%-30%, y la actual lo hizo en más del 50%, aunque todavía no se sabe bien, creo que va a estar en un 60%. Si Argentina producirá 130 millones de toneladas de granos, debería esperarse que esto sea 60% o 65% como máximo.
El desconocimiento nos lleva a pensar que estas sequías aparecen una vez por lustro, ¿podrían solucionarse con una inversión en riego? ¿Es correcto que Brasil tiene el 50% de sus campos con riego artificial y Argentina sólo el 15%?
No, el riego es complementario, y Argentina tiene dificultades para regar porque el agua no es de calidad, sólo puede regar en algunas zonas cerca de las montañas.
Se podría regar desviando agua del Río Paraná, pero también sería de superficie acotada, Argentina no es un país que tenga potencialidad importante en riego, pero sí mucho más de la que tiene hoy. En la agricultura pampeana la superficie bajo riego no es del 15%, debe ser menos del 5%.
Brasil, no es que riega, sino que tiene lluvias más estables que nosotros, en general en las zonas de los cerrados, e inestables en el sur. Pero creo que no es un tema para resolver solo con riego, sino con la tecnología a aplicar, utilizar nuevas genéticas, tecnología como la siembra directa.
Vuelvo a decir que estamos impactados por la angustia de esta sequía y pensamos que va a mantenerse. Pero en sentido yo soy más optimista, es algo que pasó y puede volver a ocurrir. Va a ocurrir cada tanto porque no sabemos cómo funcionan los modelos con el cambio climático, y es real, como también el impacto.
Es que no solo habrá menos lluvia, sino más, y en algún momento vamos a tener problemas de inundaciones.
La angustia que vos marcás es que no se espera una sequía como esta repetida, pero sí problemas con falta de lluvias de manera más o menos sostenidas por el cambio climático.
Sí, no lo sabemos, pero podría ser.
¿Cuál es tu visión de lo que hace el Gobierno con el dólar soja? ¿Cuánto se puede recaudar? ¿Queda soja guardada o es una fantasía?
Es importante entender cómo funciona el productor reteniendo la soja: de la misma manera hace 20 años.
El productor no es alguien sofisticado desde el punto de vista financiero, y en Argentina no hay mercado de capitales. Si el productor vende la soja, y se hace con los pesos, no tiene cómo protegerse de eventuales devaluaciones, inflación y demás. Entonces prefiere hacer algo simple, que es guardar la soja e ir vendiendo en la medida que necesita a lo largo del año.
Si uno mira las estadísticas de los últimos 20 años, el productor fue vendiendo la soja a lo largo de los meses, y esa soja la usa para vivir (porque no tiene otro ingreso), y para hacer las inversiones para sembrar el próximo año.
Si le fue bien, puede tener algún sobrante de soja, digamos un 5%. Si no le fue muy bien vende toda la soja y toma financiación de algún banco o de los proveedores, eso es lo que tiene en la cabeza el productor.
Cuando el productor, por cuestiones de la política económica, empieza a ver que hay inestabilidad y riesgo de devaluación se resguarda mucho más en la soja y se retrasa la venta.
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